Por primera vez, el Salón Internacional de artículos electrónicos CES-2015, que cerró sus puertas ayer en Las Vegas (EE. UU.), dedicó un espacio a los ‘sistemas no tripulados’, o drones, en toda variedad de formas y tamaños.
Más de doce compañías exhibieron una amplísima gama de dispositivos voladores y algunos terrestres para usos que van desde juguetes de control remoto hasta filmadoras profesionales para usos industriales y agrícolas.
Así lo hizo DJI, la marca detrás del dron más exitoso del mercado aficionado, el Phantom II, que aprovechó el CES para mostrar su Inspire, un vehículo autónomo capaz de grabar en resolución 4K (cuatro veces la Full HD), dotado de un tren de aterrizaje retráctil que le permite grabar en 360 grados, sin obstáculos.
El dron Hexo+, de la francoestadounidense Squadrone System, es otro en exhibición que puede ser programado previamente para seguir y filmar a una persona u objeto desde cualquier ángulo concebible, a través de un teléfono inteligente. En una categoría similar, la muestra también contó con la presencia del dron Nixie, una cámara voladora que es lanzada desde la muñeca del usuario, en donde podría pasar por un reloj de vivos colores, y que ganó el año pasado una competencia tecnológica de artículos para vestir (wearables), patrocinada por Intel.
“Pensamos que los drones tienen la posibilidad de cambiar nuestras vidas de forma positiva”, dijo el jefe ejecutivo de Intel, Brian Krzanich, en un discurso en la CES, donde demostró que los drones de Ascending Technologies y operados por Intel superaban los obstáculos en el escenario.
Y llegarán las ‘dronis’.
A los modelos más grandes se sumaron en el CES drones pensados para que cualquier persona pueda hacerse fotos aéreas, lo que promete elevar la moda del selfi a una nueva dimensión. En algunos medios ya están tomando el nombre de ‘dronis’.
Con la incertidumbre acerca de las regulaciones estadounidenses sobre los drones, algunos desarrolladores están buscando maneras para evitar ser penalizados. El dron Zano, considerado un nanodrón diseñado para fotografía aérea y selfis (solo pesa 55 gramos), se ubica por debajo del actual límite de 60 gramos que establece la regulación en Estados Unidos, dijo Thomas Dietrich, director de diseño del británico Torquing Group.
“Hemos comprimido mucha tecnología en un paquete bien pequeño”, expresó Dietrich. “Es un dispositivo inteligente. Se basa por completo en la gesticulación y puede evitar obstáculos”. Con un costo de 279 dólares, agregó, el dron “puede ser comprado por cualquiera”. Todavía más barato (100 dólares) es el microdrón 2.0, de Extreme Fliers, que ya está a la venta, y que se describe como el menor del mercado, de 58 gramos.
Los nuevos minidrones o microdrones son fáciles de controlar y algunos modelos incluso pueden operarse a través de una aplicación móvil. El talón de Aquiles de estos pequeños aparatos voladores, que en general tienen cuatro hélices, es su autonomía, puesto que sus baterías no suelen superar los 10 o 12 minutos de vuelo.
La Asociación de Consumidores de Artículos Electrónicos (CEA, en inglés), que organiza la muestra, indicó que el mercado para estos dispositivos está alcanzando nuevas dimensiones, a medida que esta tecnología ideada para aeronaves militares es adaptada para actividades industriales y de consumo. De acuerdo con la investigación de la CEA, el mercado global de consumo de drones alcanzará 130 millones de dólares en ganancias en el 2015, 55 por ciento más que lo registrado en el 2014, cuando la expectativa por las ventas unitarias de los drones rondaba la cifra de 400.000. Se espera que los ingresos por la venta de drones alcancen hasta 1.000 millones de dólares en solo cinco años, informó la CEA.
Fuente: eltiempo.com