La venta del iWatch está a la vuelta de la esquina, y con esto, Apple tiene sus ojos puestos en un nuevo sector y tiene intención de reinventarlo: el mundo de la salud, el bienestar y el deporte móvil.
La compañía de Silicon Valley está trabajando para integrar en su nuevo sistema operativo una serie de características que se encargarían de hacer un seguimiento de determinados parámetros de salud y deporte, con lo que sus usuario pueden llevar un buen control de las actividades que realizan en el día a día.
Dentro del iOS 8 ya existe una aplicación llamada “Bienestar”, la cual hace seguimiento de ciertos parámetros deportivos, o de salud, como los pasos dados, las calorías quemadas, la distancia andada, o incluso el peso que perdemos. Una de las cosas más llamativas de ésta app es que analiza los signos vitales, como la presión sanguínea y el ritmo cardiaco, principalmente.
También es sabido que el año pasado Apple contrató varios expertos en salud, medicina y deportes para trabajar en proyectos de hardware y software. Entre estos expertos se encuentran nombres tan notables como Jay Blahnik, ex consejero de Nike, y el Dr. Todd Whitehurst, ex Vicepresidente de Senseonics.
Este año, Apple ha añadido a Ravi Narasimhan de la firma de dispositivos médicos Vital Connect, y Nancy Dougherty de Sano Intelligence al equipo de desarrollo del iWatch. También se dice que ha contratado a Michael O’Reilly, un antiguo ejecutivo en Masimo Corporation que trabajaba en sensores de pulso no invasivos.
Si bien es cierto que el hardware actual del iPhone puede hacer una medición de nuestros pasos, el Smartphone no puede medir signos vitales como la presión sanguínea o el ritmo cardiaco. Se sabe que Apple ha patentado tecnología para smartphones que mide la presión sanguínea, pero es poco probable que planee introducir esta función en su próximo iPhone.
Ya se había rumoreado que el nuevo smartwatch de Apple tendría sensores que harían un seguimiento y medirían ciertos aspectos del cuerpo humano, y “Healthbook” podría ser el conducto para que los usuarios puedan leer los datos que el iWatch recogería y luego enviaría al iPhone.