El 10 de Febrero del presente año, Microsoft dio a conocer su nueva división a nivel internacional, Microsoft Sports, la cual tiene como objetivo principal trasladar a este mundo las ventajas de la tecnología más innovadora de la compañía.
Microsoft Sports ofrecerá a las instituciones deportivas las herramientas necesarias para gestionar su negocio de la mejor manera y perfeccionar el rendimiento de los deportistas utilizando la mejor tecnología a nivel mundial.
De igual manera, Microsoft planea ayudar a los equipos deportivos a revolucionar la forma en la que interactuan con su afición, y viceversa, y no solo con los aficionados, también con las federaciones, los deportistas, e incluso, otros clubes. A través de su plataforma, todo aficionado podrá visualizar y consumir el contenido multimedia al momento que ellos lo deseen, pero también crearlo y compartirlo mediante sus redes sociales.
Sebastián Lancestremère, quien es el encargado de esta nueva división, menciona que con la nueva plataforma, Microsoft ofrecerá soluciones destinadas a transformar la relación entre los aficionados y su verdadera pasión: el deporte.
El primer equipo en probar esta plataforma será el dueño de las 10 orejonas, el Real Madrid. Esta alianza está dirigida a transformar digitalmente a la institución a través de la tecnología. Gracias a esta alianza, Microsoft dará acceso a los socios y seguidores del club a sus servicios digitales en cualquier momento, cualquier lugar y cualquier dispositivo.
Pero esta no es la primera vez que Microsoft trabaja en el mundo del deporte, pues ya tiene su experiencia dentro del ámbito deportivo, ya que tiene acuerdos con la NFL, los Juegos Europeos Special Olympics y el equipo Lotus de la F1. Además, gracias a los servicios en la nube de Microsoft, los espectadores de todo el mundo pudieron disfrutar de los Juegos Olímpicos.
Con Microsoft Sports, la compañía de Bill Gates se convierte en un actor predominante en la industria del deporte, un sector que siempre está cambiando y con un mercado que mueve 1.5 billones de dólares en todo el mundo.